El lugar del proyecto es un condominio ubicado en el extremo sur_este del lago Colico. Un paisaje de suaves lomas y macizos de árboles nativos caracterizan al pequeño valle en cual se emplaza la casa. Cerros, bósques, quebradas y playas de arenas blancas caracterizan al lugar.
Se plantean dos volúmenes compactos para resolver la totalidad del programa. Ambos están conectados por una circulación lineal de todo el largo. El de mayor tamaño contiene, en tres niveles, los programas principales de la casa: en el nivel principal, la cocina toma un rol protagónico al estar ubicada entre el quincho y el comedor-living. Medio piso más abajo están 3 dormitorios y 2 baños: Medio piso más arriba del living, está el dormitorio principal en suite más un estar y un baño. En el volumen de menor tamaño se ubican los estacionamientos y servicios de la casa.
Hay dos operaciones que permiten visualmente mimetizar la construcción con el paisaje; el zócalo de hormigón acompaña la pendiente natural de la pradera, logrando romper con la horizontalidad abstracta de las construcciones comunes. Toda la fachada norte es vidriada, permitiendo variados reflejos del paisaje circundante. Estos efectos visuales logran ubicar de manera serena el nuevo volumen sobre el territorio existente.